LILDAMI
LILDAMI: Una pequeña puerta al mundo entero
Vivimos tiempos complicados, más allá de la pandemia. Se trata de una época de cambios constantes y de mucha tensión. Localizaciones como Cataluña viven situaciones de intensidad política muy alta prácticamente cada día. Pero por encima de todo, siempre queda el arte, que sirve para reivindicar, para protestar, para disfrutar, y sobre todo: nos hace evadirnos de todo eso.
Aprovechando la salida del álbum "Viatge en Espiral", me he sentado a charlar con LILDAMI sobre esto. Pero también sobre la música en catalán y sobre el enorme boom que ha vivido en su carrera. La conversación derivó y terminamos hablando de su presencia en los festivales, de su posición política y del encarcelamiento de Pablo Hasél.
https://youtu.be/7f-Q4n1S5V0
Recuerda que puedes escuchar el álbum «Viatge en Espiral» de LILDAMI a través de su perfil en Spotify:
https://open.spotify.com/album/5utS2lJd9nzrHu37JF9fc8?si=6Zb4BKXqTge-Eqpuz4196w
Sr. Chen
Sr. Chen: Misma frescura, menos caretas
Entre nuestras fronteras hemos tenido la suerte de contar con unos pocos artistas que siempre quisieron romper moldes. Y la mayor suerte de todas quizás fue contar con GRIFFI, ese productor que lleva más de 30 años, precisamente, haciendo que los artistas vanguardistas se concentren entorno a él. Un gran ejemplo es Matador Rockers, banda de la que emergió Sr. Chen.
Con un buen puñado de años a la espalda, el de Rubí se ha asentado en la escena nacional como uno de los artistas más multifacéticos. No nos ha sorprendido verle probarse sobre rap, trap, electrónica o sonidos más característicos del R&B. La cuarentena no es que jugase a su favor, pero nos sorprendió con muchísima música, para terminar presentándonos "Cómo No Hacer un Trío", su álbum más reciente.
Derribando las fronteras que podían quedarle, más personales que artísticas, Chen nos trae su álbum más personal. Recopilando todo aquello que creía que nunca iba a contar y presumiendo, una vez más, de conocer la fórmula para mantenerse fresco. Esto es lo que tiene que contarnos.
https://www.youtube.com/watch?v=4hgWRAxrnQ4
Jon: ¡Qué hay Martí! Qué alegría tenerte por aquí, ¿qué tal te encuentras?
Buenas bonico, qué guay poder contestar esta entrevista, estoy bastante bien. Con algo de ansiedad, ya que después de la salida del disco me encuentro con que ya no hay proyectos y soy un “workaholic” de mierda.
Jon: Eso es... ¿bueno? Supongo, jaja. Creo que estarás al día, y ya vendrás preparado. Arranco esta charla como siempre: seguimos en mitad de una pandemia, ¿cómo te ha afectado a ti personal y artísticamente esta crisis global? ¡No sé qué esperar de tu respuesta! Soltaste un disco en plena pandemia, y ahora otro.
Pues me liga muy bien con la pregunta anterior, aparte yo ando pasando la pandemia muy alejado del mundo, en modo ermitaño, así que si no me controlo, me es fácil caer en la sobreproducción para evadirme. Eso puede hacer que no haga temas con sentido, que los haga por pura rutina de trabajo y eso es terrible para el material. Ahora mismo , después de "4Ever Domingo", el disco de Yudi Saint X, "Cómo no hacer un trío", el disco de Yung Rajola y el próximo álbum de Lil Dami, me siento megavacío. Con ganas de vivir un poco hasta que merezca la pena hablar de algo de nuevo.
Jon: Quería que hablásemos de un disco, y ya hemos mencionado 5, sí que debes tener un problema jajaja. Antes de eso, quiero ir al pasado. Muchos crecimos escuchando a GRIFFI, Solo Los Solo y Chacho Brodas... y por supuesto a los que estos trajeron bajo el brazo, como tu grupo Matador Rockers. ¿Cómo nació ese proyecto y de qué forma te educó en la música, qué aprendiste?
Pues de Matador Rockers aprendí un poco la realidad del circuito musical, salir un poco de la peli que nos venden y ver el trabajo que hay detrás. El proyecto nació más o menos de manera natural, aunque ahora con el tiempo también te digo que muchas decisiones que tomaba yo eran fruto del miedo y de querer encajar. Aún así guardo mucho cariño de esos días y sobre todo de mis compañeros de viaje, Lio Ra y Gonne.
Jon: ¿Crees que sin ese amparo de GRIFFI toda tu carrera en la música se hubiese tornado diferente?
Siempre recordaré que con 19 años, habiendo hecho la maqueta de “Bienvenidos a…” con Lio, me dijo que Griffi tenia ganas de conocernos y para mí eso fue un momento muy impactante, ya que Griffi siempre ha sido el arquitecto de casi todos mis temas favoritos del panorama nacional. De manera sutil (es decir, sin darme la tabarra), Javi me enseñó que la técnica no vale para nada si el cuerpo no responde, que la intuición es la que manda a la hora de hacer música.
Jon: Quiero que me seas sincero, ¿crees que Matador Rockers fue un proyecto adelantado a su época, que todo hubiese sido diferente de emerger ahora, por ejemplo?
Bueno, sí y no. Yo considero a Matador Rockers como un grupo bisagra, estábamos entre dos épocas, descontentos con la escena patria en la que no nos sentíamos representados, pero queríamos seguir formando parte de ella. Yo noto que tenía mucho esa energía de “no quedar mal con nadie” y a la vez intentar enseñar unas formas que eran más revolucionarias en aquella época.
Luego apareció toda la ola del trap que directamente negó sus orígenes y parece que esa fue una buena decisión, ya que les ayudó a desmarcarse y ganarse todo ese público que ya no se sentía identificado con el “corsé” que tenían los grupos más a la cabeza en España, que al final eran y siguen siendo una panda de puristas asustados. También lo de la época es muy relativo porque yo recuerdo el sonido que sacaban Foreign Beggars, Oh No o Dabrie y esa era 100% nuestra movida y eran sonidos coetáneos.
Jon: Desde luego que 2020 fue un año de locos. Como decía antes, nos hemos sentado a hablar porque tu decidiste arrancar este 2021 estrenando un nuevo álbum “Cómo no Hacer un Trío”. ¿Qué puedes contarnos del disco?
Pues que llevaba acabado desde antes de "4Ever Domingo", pero no tenía agallas para sacarlo, pues es un disco que para mí es tela de incómodo de escuchar. Es un disco que habla de mi divorcio y donde cargo muy duro contra mí mismo, me desnudo mucho y exponerme de esta manera pues no es fácil. He estado a punto de no sacarlo mil veces, pero al final ha sido un ejercicio de respetar el momento en el que fue escrito y entender que esas emociones tuvieron su tránsito en mí. También me sirve para hacer un poco borrón y cuenta nueva y poder mirar adelante más ligero.
Jon: El título ya dejará a alguno un poco loco. ¡Y la portada termina por rematarlo! Jajaja, desde luego que no conocía la historia detrás. Además decidiste sacarlo el 1 de enero… Tío, de verdad que necesito que me expliques el por qué de crearlo así y sacarlo en ese día tan señalado.
Lo del 1 de enero fue idea de Genís, uno de los chicos de Montebello Agency, que me están ayudando con la salida y para mí tiene mucho que ver con dejar ir esa parte de la que os hablaba y cerrar un ciclo muy manchado por la transformación personal. Aparte para mí es una manera de decir: vale, ahora ya no hay "4Ever Domingo" ni “Cómo no hacer un trío”. Estoy limpio y en paz con el curro hecho, ahora puedo empezar a enseñaros cosas con las que resueno más en este momento.
Jon: Quizás me equivoque y tengas que corregirme, pero mi percepción personal es que: en el Puto Chen, de Matador Rockers encontrábamos mucho “el ego del rapero”, mucho guerreo. Y descubrimos a un Chen totalmente diferente en “Espero Que te Guste”, más concienzudo y emocional, por decirlo así. Este último disco parece una mezcla de ambos, con mucho cachondeo. Producto de la madurez y la evolución, ¿o solo son fases?
Totalmente. El Chen de Matador Rockers era todo fachada para encajar, el molar por el molar. Ahora lo pienso y todos los temas de Matador eran puro ego trip y con el tiempo, me doy cuenta de que ser el mejor es algo que no solo es absurdo, sino que no se demuestra diciéndolo sino haciéndolo. Ahora me siento más tranquilo porque con los años, uno se va quitando inseguridades de encima y va viendo que conecta más con la gente cuando es él mismo.
Al final, Matador era un proyecto con otra gente y siempre nos hacemos reflejo cuando curramos con gente, mis discos en solitario son una oportunidad mía para enseñar lo que no enseño cuando llevo la armadura puesta.
Jon: El proyecto guarda un sinfín de estilos diferentes, lo que tampoco nos ha pillado por sorpresa. Desde siempre te hemos visto probarte sobre toda clase de ritmos. ¿De dónde viene todo eso? Hay muchos artistas que escuchan de todo, pero trabajan un abanico pequeño, ¿crees que es cuestión de derribarse fronteras?
Al final me miro en la gente que siempre me ha inspirado y para mí lo realmente divertido está en la variedad. Hace unos años te habría dicho que uno tiene que desafiar siempre el sonido establecido y estar siempre en la brecha de la modernidad para estimular al género. Pero ahora mismo… eso me da un poco igual, me estimula lo diferente porque lo que ya he hecho, pues ya lo he hecho. Al final con lo que me quedo es con esa sensación de yonki que tengo en el estudio cuando estoy haciendo algo que no he escuchado nunca.
Jon: Porque tú has rapeado, has hecho R&B, mucha electrónica, incluso sonidos más pop. Uno de los mejores ejemplos es ‘República’. ¿Crees que esa fusión tan grande te abre a un gran público, de diferentes sonidos, o hace que tu música se disgregue llegando a menos gente en el foco de los géneros?
Con Dami también nos pasa un poco eso, la movida del género y la etiqueta y cada vez está más difuso todo. Donde le llamamos urbana a todo aunque Tangana te saque un bolero. Tiene que ver (a mí parecer) con la industria y la radio creo. La peña va donde esta la emoción y donde se sienten identificados y menos solos.
El género solo es una elección más a la hora de querer transmitir una emoción o una idea. Claramente es algo que no me ha beneficiado nunca y siempre me he sentido poco rapero para los raperos, poco calle para los del trap y poco indie para los del indie. Así que siempre he estado un poco en tierra de nadie. Pero bueno, al final pienso en que no debo ser el único que siente en tierra de nadie y eso ya es formar parte de algo, ¿no?
Jon: Abriendo un poco el prisma, sí que te quiero preguntar sobre tu casa, sobre Catalunya. En el disco de 2020 sí que te rodeaste de más de 15 artistas, pero bien es cierto que vienes manteniendo mucha química con tus paisanos Lil Dami y Mi.Amargo. ¿Cómo nace esa hermandad?
Pues al final por cercanía y visión supongo, no se sabe muy bien por qué, pero tú como artista gravitas hacia unos artistas y con otros directamente no hay feeling. Para mí colaborar es un pilar básico de mi música y con Amargo y Dami siempre ha sido algo estimulante.
Jon: Alguna vez ya has manifestado que el nivel del país ahora mismo está muy alto, sin embargo, de Barcelona, de Terrassa, de Rubí, de Girona… No dejan de salir talentos año tras año desde hace cerca de 40, ¿qué crees que es lo que alimenta esa masía de talento inagotable?
Pues tío, te voy a ser sincero, siempre hay esa frase de que aquí hay mucho talento emergente y cohesión pero no veo escena por ningún lado. Ojo, que me voy a poner boomer, pero llevo ya más de 10 años haciendo música, he currado con muchísima gente y no tengo sensación de escena, nunca. Puede parecer que lo diga como algo negativo pero últimamente también estoy reflexionando mucho sobre el tema y me doy cuenta de que la idea de “escena” es algo que no crean los propios músicos sino más bien la gente que rodea estos (prensa, discográficas, etc).
Para mí, al final, lo que me ayuda a estar tranquilo con esa idea es pensar que yo soy mi propia escena y que la gente con la que curro es porque hay buen feeling o negocio de por medio. Ya se encargará alguien de ponerle un nombre a la escena catalana para sacarle rendimiento.
Jon: Los últimos años allí han sido de mucha tensión. Yo siempre he criticado que los artistas de España no se mojan, respecto a nada. ¿Crees que los artistas catalanes sí lo estáis haciendo? ¿O crees que deberían hacerlo más, o que simplemente no hay ninguna necesidad de hacerlo?
Muy buena pregunta, estoy contigo. Es tremendamente incómodo y arriesgado mojarse porque el público te penaliza. Yo tengo mil inseguridades por mostrar mi cuerpo porque siento puta vergüenza de tenerlo o de estar calvo y hablar de ello es abrir una ventana a lo incómodo y lo incómodo cuesta seguidores. No solo seguidores, sino que los propios medios tampoco hablarán de ello porque es incómodo y también sienten esa presión.
Es un pez que se muerde la cola. Estos últimos dos años que he estado más cerquita de grupos que tienen más exposición o radios fliparías con la de decisiones que se toman para ser modernas sin ser arriesgadas. Últimamente, por ejemplo, veo a muchos hombres heterosexuales cis coquetear con lo que socialmente se define como femenino y parece que eso te da vía libre para tener exposición sin que hagas un análisis profundo de por qué estás haciendo eso. O seas el primero en seguir siendo un machista de mierda en tus comentarios. O no tener ningún tipo de sensibilidad a las persones trans por poner un ejemplo.
Al final es lo de siempre, la camiseta del Che Guevara, ¿sabes? El titular sin el trabajo de fondo y así el problema, pues sigue estando ahí. Solo que con otro rostro. Aparte que no nos damos cuenta de cómo invisibilizamos a todos los colectivos que llevan haciendo esto desde hace años pero parece que si no lo hace la persona normativa de turno, eso no se debe empoderar porque altera el status quo.
Jon: ¿Qué consejo le darías al Chen de “Esto Tenía que Pasar”?
Uf, muy buena. Realmente ninguno. Que aprenda de cada hostia que le espera (que van a ser muchas) y que cada vez estará más en paz con lo que él es realmente. En lo musical le diría que aprender teoría musical siempre le hará bien y que se sienta orgulloso de lo que es él sin compararse con el resto.
Jon: Tengo que darte mucho las gracias por este rato en GRINDIN’, ¡gracias de verdad Chen!
A ti. Me das una buena vibe increíble y te veo megaenfocado. Saludos y ojalá coincidir algún día. Un fuerte abrazo.
Fotografías: Elena Codes
Recuerda que puedes escuchar el álbum ‘Cómo no hacer un trío’ de Sr. Chen a través de su perfil en Spotify:
https://open.spotify.com/album/2lZWrL4AgEnblMCNlJCRsD?si=hZ0ovWiARyKKhCAF3BLZbw
Titó
Titó: Volar solo para llegar hondo
El que está escribiendo esto, al igual que muchos de los que lo están leyendo, se inició en el rap español escuchando bandas como Falsalarma. Desde aquellas hasta ahora, hay nombres que se han mantenido vivos, uno de ellos es el de Titó.
Quizás por eso sorprende que haya sido ahora el momento en el que el rapero y productor barcelonés se ha animado a volar en solitario. Lo hace agarrándose al micro, y a la inmensa mayoría de beats de su nuevo álbum "Hondo". Tras más de 25 años de carrera acompañado de su hermano El Santo, de Dycache Santiago y de DJ Neas, y de proyectos -en parte- individuales, como "Barna Files", era momento de dar un puñetazo sobre la mesa y de demostrar que sin renovarse, un artista se muere.
En "Hondo" nos topamos con 12 canciones, y colaboraciones de Hoke, Dano, Easy-S o Al2 de Los Aldeanos, pero sobre todo, con ganas de refrescar el sonido constantemente, y de demostrar que esa fruta de la vida es el encontrar nuevas motivaciones constantemente. Por todo esto, y por mucho más, me he sentado a charlar con Titó, y este ha sido el resultado.
https://youtu.be/cTBtcV6BEZ0
Jon: ¡Muy buenas Titó! Bienvenido, y muchísimas gracias por prestarte a charlar un rato.
Buenas, gracias a ti.
Jon: Como ya es rutina, en vista de los tiempos que nos ha tocado vivir, me gustaría preguntarte cómo te ha afectado, en lo personal y en lo artístico esta crisis mundial, esta pandemia.
En principio… En mi caso bien. Gracias a esto he podido hacer el disco “Hondo”. También debido a las consecuencias que hemos vivido todos, al sentirnos tan poquita cosa ante un virus tan pequeño, tan asqueroso… El sentirte tan pequeñito hace que te cueste ver un montón de cosas, que le des vueltas al coco de un modo diferente a la que uno acostumbra… Todo eso ha dirigido el timón para hacer mi disco la verdad.
No puedo decir, como la mayoría, que me ha afectado muchísimo. Que en parte sí, pero en parte gracias a esto he podido aprovechar el encierro para estar en casa y hacer el disco, la verdad.
Jon: Todos sabemos de sobra quién eres. Es lo que tiene 25 años de trabajo en esto, echando la vista hacia atrás. ¿Qué sensación te provoca recordar épocas y momentos como “La Revolución del sonido”, “Frankattack”, “Barna Files”... ¿Qué es lo que más ha cambiado en ti y a tu alrededor durante este cuarto de siglo?
Ha cambiado mucho. Quizás la esencia no, porque es lo que procuro que evolucione, que madure. En definitiva sigo pensando que he sido yo. Pero por otro lado sí que ha cambiado mucho la película en ese plano de evolución y madurez. Las perspectivas, no sé. Son etapas, por decirlo de una manera, y por cada una, uno se mueve de una manera distinta. Pero en mi caso, etapas de un mismo círculo. Intento que trabajar al máximo con todo lo que está en ese círculo, y sacarle el mayor provecho. Sin dejar de ser yo, pero probándome, y con nuevos retos. Probar nuevas historias, que en el fondo es aprendizaje todo.
Ha cambiado mucho, si dijera que no significaría que me he estancado en el tiempo, y eso no tiene nada de bueno.
Jon: Muchos conocimos el género, los grupos y los sonidos a través de grupos como Falsalarma. Por aquí en las últimas semanas han pasado Tote King, Elphomega… Ellos ya me lo contaron, y creo que es algo vital, ¿qué te sigue llamando a ti del rap, y cómo haces para seguir manteniéndote fresco?
Para mí es la vida que me da. Me da vida. No sé hacer nada de muchísimas cosas, pero respecto a la música y este género sí que sé bastante. Vamos, me he pegado toda la vida obsesionado con esta música y aprendiendo de ella, y de mí mismo. Es la terapia guapa que tiene el método de escribir: que no solo sacas lo que tienes dentro, sino que te conoces a ti mismo. Y como terapia funciona súper bien.
Entonces, el notar que evoluciono. Se podría decir que yo utilizo esta música para darme vida a mí mismo a través de ver cómo evoluciono. De que no me estanco, y de retarme cada día cuando hago un tema, una instrumental… Necesito saber siempre de esta evolución. Si no, me dedicaría a otra cosa o no lo haría. El ver esa superación me da una vida brutal. Por eso sigo hoy en día aquí, y espero que me quede mucho.
Jon: Eso esperamos. Llegas para presentar “Hondo”, ¿qué puedes contarme del álbum? ¿Qué se siente volando solo después de tantos años de la mano de tu hermano, de Neas y de Dycache?
Pues es una libertad increíble. Quieras o no, como grupo ya se sabe que está uno más atado a lo que es un conjunto. A que todos hagamos una bomba. En este caso al ser un trabajo individual, pues cambia la perspectiva por completo. Y más si le sumamos el tema de la producción, que también ha corrido a mi cargo. Los quebraderos de cabeza también son por parte de doble, es una pasada lo que acarrea todo este trabajo.
Pero por otro lado, cuando ya lo tienes hecho la satisfacción es increíble. Te das cuenta de que me he retado otra vez, lo he podido hacer, y no solo eso, sino que lo he hecho bien para mi gusto y suma y sigue. No creo que sea el último, la verdad.
Jon: Lógicamente, cuentas con una baza que guardan pocos más: te lo escribes tú, te lo rapeas tú, en mil ocasiones te lo produces tú… Pese a todo, ¿has sentido un poco de pánico al enfrentarte a un proyecto así tú solo?
Es según cómo te lo tomes. Ha habido momentos que más que pánico ha sido que se te acumula la faena y no ves el final. Elegí un mes para la salida y no quería que se retrasase y siempre pasan historias que no depende de uno. Sino de segundas personas. Y eso puede que atrase un poco las historias.
Pero creo que he tenido siempre una seguridad en mí de que lo podía llevar a cabo y gracias a eso no se ha encendido el piloto te emergencia de “mierda, mierda, mierda”. Ha habido de todo, como tiene que ser, pero para bien.
Jon: Solo has dejado meter mano a Dr. Neo Cortex y Dues en el primer y último corte del proyecto, ¿consideras que te cuesta delegar para lograr la máxima perfección de lo que puedes dar o simplemente te habías planteado hacer un proyecto llevado a lo propio y personal?
En un principio eso último que dices. Era algo propio y personal. Pero sigo siendo el mayor crítico de mí mismo. Tú piensa que de esas producciones que hay en el disco, mías son 10, y para que yo haya escogido 10 he tenido que hacer anteriormente 70. Porque soy el más crítico conmigo mismo, y claro, por el hecho de haberlo hecho yo pues muchas veces le resta esa chispa que necesito para que me motive y escribir.
Por eso he tenido que hacer muchas hasta quedarme con esas 10, y luego cogí los beats de Dues y Neo porque ya los tenían y me flipaban. Y así salían en el disco, y ahí están.
Jon: Yo creo que me estallaría la cabeza, lleno de ideas en todos los campos 24/7… ¿Por dónde sueles empezar tú, cuál es tu tónica de trabajo? Primero te quitas el trabajo instrumental, o vas acoplándolo a las letras, o más caótico todo…
Tengo un orden. Dentro de mi desorden, tengo un orden. Primero empiezo con la música. Es lo primordial, antes de empezar a escribir necesito que la música, no solo me hable, sino que me motive muchísimo. Supongo que con la experiencia y los años uno se da cuenta de que ponerte a escribir sobre una instrumental que quizás no te motiva mucho es perder el tiempo. Principalmente porque no voy a sacar lo mejor de mí, y segundo porque no lo voy a disfrutar.
Entonces tengo una ardúa tarea siempre con el trabajo de encontrar la instrumental perfecta para mí. Esa que me llama la atención y me pide escribir, y cada vez cuesta más. Uno cada vez es más tiquismiquis consigo mismo. Y quizás sabes lo que quieres pero no sabías explicarlo, por ejemplo de cara a un productor. Porque yo te puedo decir “hazme una tipo J. Cole o Kendrick Lamar”, sí, pero es que no me gustan todas las de Kendrick ni todas las de J. Cole. Yo te puedo decir un campo, pero ese campo es enorme y dentro de ese campo no sabría decirte cuál es el árbol que más me gusta.
Me he vuelto muy quisquilloso con el tiempo. Y sin esa madera que el corazón y la cabeza me pide, es difícil que salga algo bueno. Solo cuando encuentro esos hits que me flipan, voy a sacar lo mejor de mí. Si no, es tontería.
Jon: Lo hablábamos en entrevistas pasadas, eso de que parece que la música es más efímera que nunca, que no perdura. Tú en ocasiones has hablado de esa necesidad de reinventarte y de lo que viven muchos artistas al escuchar proyectos pasados y pensar: hostia, colega. ¿Crees que “Hondo” será ese álbum que perdure y que puedas escuchar en 5, 10, 15 años y disfrutarlo igual? Sentirte orgulloso, al final.
Por ahora te diría que sí. Por ahora. Pero claro, aquí el factor tiempo juega un papel muy importante y nunca se sabe. Pero por ahora puedo decir que sí, porque yo lo he hecho con esa intención. Cada cosa que hago le pongo el alma, el corazón… Pero sobre todo en este, por el hecho de hacerlo en solitario, muy propio, muy especial… Creo que hay más corazón que en otros trabajos.
Creo que sí será un disco que perdure, al menos para mí. Dentro de unos años hazme la pregunta y quizás las cosas cambian. Pero hay una cadencia, el estilo de muchas… Creo que es algo más atemporal. Que cuesta catalogarlo y ponerle fecha de caducidad, creo yo. “Hondo” está ahí para quedarse.
Jon: ¿Qué piensas de los compañeros de gremio que se han mantenido atados a unos sonidos y a unas costumbres? Nos sorprende que Titó se junte con Easy-S o Hoke, cuando no debería.
Lo que te he dicho antes de la evolución. Es que si no lo hago, no merece la pena nada de esto. Yo necesito dar lo máximo y ver cómo evoluciono. Un antes y un después en cada cosa que hago. Y el hecho de hacer estas colaboraciones con peña más joven, y no solo eso, gente que está en su sitio y pegando fuerte, no dejan de ser retos para mí. Es en plan “mira, aquí tienes otro pavo de 43 años que por mucho que tú estés pegando ahí, yo también estoy aquí y me veo suelto para hacerlo”. Si no, no me lo plantearía.
No son colaboraciones de voy a tirar de este porque tiene muchos seguidores o por tendencias, ni mierdas de estas. Yo suelo pasar bastante de eso. Es algo más personal. Porque me flipan y porque me veo haciendo un temazo ya de cara por el bien de la música y el mío. Así ha sido con Hoke, con Dano, con Easy y Aldo. No había nada planeado, y en lo que respecta a los jóvenes ha sido por divertimento y por saber que iba a hacer unos hits guapo, la verdad.
Jon: Por ejemplo, en “Llanto de Madre” te encontramos colaborando con Aldo, de Los Aldeanos. Antes las colaboraciones, ya a nivel internacional, eran menos comunes ahora. Hoy en día son las propias discográficas las que se encargan de gestionarlas, ¿crees que se está perdiendo la magia de conocer realmente al otro artista y generar química antes de crear música?
Desde que existe Internet todo eso es muy fácil. Se da enseguida. Como el hecho de colgar música. La misma tarde que la grabas, la subes y ya la tiene todo el mundo. Supongo que ahora gracias a las redes todo es más accesible.
Yo en el caso de Aldo no le conocía, le entré por Instagram. Como te he dicho, todo es más accesible. Luego otra cosa es que te conteste, o que se pueda llevar a cabo. En este caso la admiración fue mutua, intercambiamos muchísimas movidas y fue bonito. Porque vimos que teníamos muchas cosas en común, que pensábamos igual en muchos aspectos, musicalmente también… Salió todo bastante rodado porque se hizo ilusión y con ganas.
Primeramente por mi admiración hacia él, y también la de él hacia mí. Para mí respecto máximo a Los Aldeanos desde hace muchos años, y él el concepto de Falsalarma lo tenía igual, por lo tanto surgió solo. Es un mensajito por Instagram y pam, esto años atrás pf, lo llevabas claro. Como no le enviases una carta o coincidieses en un festi… No había otra manera.
Jon: Para cerrar. ¿Qué consejo le darías al Titó de “Barna Files”?
Hostia… a mi pasado… Pues le daría muchos, por suerte. Porque obviamente no puedo renegar de mis antiguas obras, y menos de “Barna Files”, que fue el primer trabajo que hice en solitario aunque fuera solo musicalmente. Supuso en mi carrera un antes y un después. Fue otro reto, otro llevado bien. Pero musicalmente me diría de todo: tecnicismos, cómo sonar, cómo trabajar… Haría todo diferente a cómo lo hice, han pasado muchos años.
Si te dijese “no me diría nada”, pues creo que tendría un problema. Sería el mismo del de entonces. Qué va, qué va, por suerte me diría de todo. Tecnicismos y cosas del sonido en plan mejora. No me arrepiento de nada. Me lo pasé muy bien, todos los que participaron también… Por eso, chapó.
Jon: Muchísimas gracias por sentarte a charlar este rato Titó, un fuerte abrazo.
Gracias a ti.
Recuerda que puedes escuchar el álbum ‘Hondo’ de Titó a través de su perfil en Spotify:
https://open.spotify.com/album/5sOVLxJad3xMNjy6RgMa1x?si=Ruk2bPCVT_ubZ5iplqc5KQ